¿Alguna vez has pensado en perder peso o mantenerlo de forma saludable? La dieta cetogénica podría ser la solución que buscas. Esta dieta puede ser muy eficaz, pero antes de empezar a hacerla, es importante conocer los principios básicos de su ciencia y su funcionamiento.

 

Una dieta cetogénica, también conocida como dieta cetogénica, es una dieta rica en grasas y baja en carbohidratos que ha demostrado producir hasta 3 veces más pérdida de peso en personas con sobrepeso u obesidad que sus dietas convencionales bajadas de calorías. Esto se debe al alto contenido en grasas, que ayuda a suprimir el apetito a la vez que reduce los niveles de insulina. Además, una dieta cetogénica también puede tener otros beneficios para la salud, como la mejora de la función cognitiva y los niveles de energía.

¿Qué es una dieta cetogénica?

Cuando sigues una dieta cetogénica, tu ingesta diaria debe comprender un 70-80% de grasa, un 5-10% de carbohidratos y un 10-20% de proteínas. Esto significa que tienes que reducir el consumo de carbohidratos y azúcares y sustituirlos por grasas saludables y proteínas moderadas. Para mantener tu organismo en estado de cetosis, un estado metabólico en el que tu cuerpo utiliza la grasa almacenada como fuente de energía, también debes evitar los alimentos «tramposos», como el azúcar, los cereales, las legumbres y los alimentos procesados. Además, debes consumir carbohidratos complejos de alta calidad, como verduras de hoja verde, y proteínas magras. También debes mantenerte hidratado e ingerir muchos electrolitos, ya que la dieta puede causar algunos efectos secundarios no deseados, como mal aliento, estreñimiento y mareos, si no equilibras correctamente tu consumo de carbohidratos, grasas y proteínas.

¿Cuáles son los beneficios para la salud?

Además de la pérdida de peso, la cetosis ha dado lugar a otros beneficios para la salud. Uno de los más importantes es la reducción de los niveles de insulina y azúcar en sangre. Aunque no seas diabético, unos niveles elevados de insulina pueden conducir a la resistencia a la insulina, lo que puede provocar un mayor almacenamiento de grasa. Una dieta cetogénica puede ayudar a regular tus niveles de insulina y prevenir la resistencia a la insulina. Además, las cetonas son absorbidas y utilizadas con más facilidad por el cerebro y otros órganos, lo que puede redundar en una mejora de la función cognitiva y los niveles de energía.

Una dieta cetogénica también tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, muy beneficiosas para la salud en general. Hoy en día, existe una fuerte relación entre la inflamación y enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer y la diabetes, de modo que seguir una dieta baja en carbohidratos y antiinflamatoria podría ayudar a reducir el riesgo de padecerlas.

¿Por qué no seguir la dieta keto?

La dieta keto puede no ser la mejor opción si tienes algunas afecciones previas o si estás embarazada. Por ejemplo, si padeces problemas renales, una dieta cetogénica puede resultar demasiado dura para tus riñones. Tampoco se recomienda a los niños, las mujeres embarazadas, las personas mayores que no gocen de buena salud y los deportistas que necesitan combustible de carbohidratos para rendir al máximo.

En conclusión, una dieta cetogénica puede ser una forma muy eficaz de perder peso y mejorar tu salud en general. Funciona reduciendo los niveles de insulina y cambiando el cuerpo al modo de quema de grasas. Además, una dieta cetogénica también puede mejorar la función cerebral, reducir la inflamación y disminuir el riesgo de enfermedades crónicas. Sin embargo, antes de empezar una dieta cetogénica, es importante que consultes a un médico y te asegures de que es una opción segura para ti.

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